viernes, 24 de octubre de 2008

ACOSO ESTUDIANTIL




ACOSO ESTUDIANTIL














PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El problema del acoso escolar se ha caracterizado hasta hace bien poco por ser un fenómeno oculto, que pese a haber estado presente desde siempre en las relaciones entre los menores en los centros educativos y fuera de los mismos, no ha generado estudios, reflexiones o reacciones ni desde el ámbito académico ni desde las instancias oficiales.
“En los países más avanzados de nuestro entorno el acoso escolar comenzó a generar preocupación y a provocar la reacción de las autoridades desde finales de la década de los 80, siendo en nuestro país un motivo de preocupación desde hace escasos años.”(1) (Revista MÍA. Reportaje publicado en el número 1.018 de la semana 13 al 19 de marzo de 2.006.)



De hecho, muchos de los actos encuadrables en el acoso escolar han sido, frecuentemente considerados parte integrante de la experiencia escolar, inherentes a la dinámica propia del patio del colegio, como una lección más de la escuela en la que como anticipo de la vida, el menor tiene que aprender a resistir, a defenderse, a hacerse respetar e incluso a devolver el golpe. En esta concepción darwinista de la lucha por la vida, los más débiles quedan con frecuencia sometidos a los designios de los matones o acosadores escolares. El silencio de las víctimas y de los testigos, cuando no de los propios centros, ha contribuido al desconocimiento de la magnitud del problema.

Aún en nuestros días hay quien mantiene que las reflexiones sobre el acoso escolar son una moda pasajera. Tales esquemas revelan una clara deficiencia en el diagnóstico y en la terapia de las patologías que afectan a la comunidad escolar, miopía que debe ser definitivamente corregida, pues su aceptación lleva al riesgo cierto de minimizar el problema, ubicándolo en una zona de sombras desde donde -oculto- siempre se ha mantenido, disfrutando de total impunidad. Negar o relativizar el problema es el más grave error en el que se puede incurrir.

Si la aplicación de violencia o intimidación a las relaciones humanas es siempre reprobable y debe ser combatida por el Estado de Derecho, cuando el sujeto pasivo de la misma es un menor, el celo del Estado debe ser especialmente intenso, y ello por dos motivos: en primer lugar por la situación de especial vulnerabilidad en cierta manera predicable con carácter general de los menores; en segundo lugar por los devastadores efectos que en seres en formación produce la utilización como modo de relación de la violencia y/o la intimidación. La experiencia de la violencia genera un impacto profundamente perturbador en el proceso de socialización de los menores. Los nocivos efectos del acoso en la víctima pueden concretarse en angustia, ansiedad, temor, terror a veces propio centro, absentismo escolar por el miedo que se genera al acudir a las clases y reencontrarse con los acosadores, fracaso escolar y aparición de procesos depresivos que pueden llegar a ser tan prolongados e intensos que desemboquen en ideas suicidas, llevadas en casos extremos a la práctica.
Estos efectos negativos afectan no solamente a quien sufre como víctima, sino también a quien los inflinge como victimario, pues a largo plazo existen altas probabilidades de que el acosador escolar asuma permanentemente ese rol durante su vida adulta, proyectando los abusos sobre los más débiles en el trabajo (mobbing) y/o en la familia (violencia doméstica, violencia de género. Por ello se ha podido decir que este tipo de acoso debilita los cimientos de la sociedad civilizada. El intimidador aprende a maltratar, comienza a sentirse bien con el papel que refuerza disociablemente su conducta, convirtiéndose, muchas veces, en la antesala de una carrera delincuencial posterior. Si los intimidadores no reciben rápidas y enérgicas valoraciones negativas a su conducta, y respuestas firmes de que no van a resultar impunes, y/o si son "recompensados" con cierto nivel de popularidad y sumisión entre los demás compañeros, el comportamiento agresivo puede convertirse en una forma habitual de actuar, haciendo de la dominación un estilo normalizado en sus relaciones interpersonales.
La nocividad del acoso escolar alcanza incluso a los menores que como testigos mudos sin capacidad de reacción los presencian, pues por un lado se crea un ambiente de terror en el que todos se ven afectados como víctimas en potencia, y por el otro, estos menores están expuestos al riesgo de asumir una permanente actitud vital de pasividad cuando no de tolerancia hacia la violencia y la injusticia.
Debe deslindarse el acoso escolar de los incidentes violentos, aislados u ocasionales entre alumnos o estudiantes. El acoso se caracteriza, como regla general, por una continuidad en el tiempo, pudiendo consistir los actos concretos que lo integran en agresiones físicas, amenazas, insultos o en el aislamiento deliberado de la víctima, siendo frecuente que el mismo sea la resultante del empleo conjunto de todas o de varias de estas modalidades. La igualdad que debe estructurar la relación entre iguales degenera en una relación jerárquica de dominación-sumisión entre acosador/es y acosado. Concurre también en esta conducta una nota de desequilibrio de poder, que puede manifestarse en forma de actuación en grupo, mayor fortaleza física o edad, aprovechamiento de la discapacidad de la víctima etc.
El acoso se caracteriza también por el deseo consciente de herir, amenazar o asustar por parte de un alumno frente a otro. Todas las modalidades de acoso son actos agresivos en sentido amplio, ya físicos, verbales o psicológicos, aunque no toda agresión da lugar a acoso.
El acoso en su modalidad de agresión emocional o psicológica es aún menos visible para los profesores, pero es extremadamente doloroso. Condenar a un menor al ostracismo escolar puede ser en determinados casos más dañino incluso que las agresiones leves continuadas. El acoso en su modalidad de exclusión social puede manifestarse en forma activa (no dejar participar) en forma pasiva (ignorar), o en una combinación de ambas.
El acoso también puede practicarse individualmente o en grupo, siendo esta última modalidad la más peligrosa, pues si por una parte los acosadores tienen por lo general en estos casos un limitado sentimiento de culpa, tendiendo a diluirse o difuminarse la conciencia de responsabilidad individual en el colectivo, que se auto justifica con el subterfugio de que no se sobrepasa la mera diversión, por la otra el efecto en la víctima puede ser devastador a consecuencia del inducido sentimiento de soledad.






OBJETIVOS:

OBJETIVO GENERAL:

El objetivo general es lograr un ambiente de paz y seguridad en los Centros educativos y en el entorno de los mismos, donde los menores puedan formarse y socializarse adecuadamente debe tornarse en meta irrenunciable, superando la resignada aceptación de la existencia de prácticas de acoso o matonismo entre nuestros menores, como algo inherente a la vida de los centros escolares e institutos.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
1. Conocer los tipos de acoso escolar más comunes a nivel secundaria
2. Conocer algunos de los métodos para la resolución de conflictos








JUSTIFICACION

TEORICA:

La sensibilización que se ha producido en relación con la violencia doméstica, que ha llevado a tratamientos de tolerancia cero, debe ahora ser trasladada al acoso escolar, si bien las respuestas en todo caso han de ser filtradas por los principios que informan el sistema de justicia juvenil.

Cuando hablamos de “acoso escolar” nos estamos refiriendo a situaciones en las que uno o más alumnos/as persiguen e intimidan a otro u otra a través de insultos, rumores, maltratos, aislamiento social, apodos, agresiones físicas, amenazas e imposiciones... pudiendo desarrollarse a lo largo de meses e incluso años, siendo sus consecuencias devastadoras, sobre todo para la víctima pero también para los espectadores y para el propio agresor o agresora.

Para referirse a estas situaciones de acoso, intimidación y victimización entre iguales, en la bibliografía es frecuente encontrar también el término inglés “bullying”. Por lo tanto, nos referimos a lo mismo cuando hablamos de acoso escolar, maltrato entre iguales o “bullying”.

El primero en definir este fenómeno fue Dan Olweus, profesor de psicología de la Universidad de Bergen (Noruega 1998), para quien la victimización o “maltrato por abuso entre iguales” (DAN OLWEUS), es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro u otra, al que elige como víctima de repetidos ataques. Está acción, negativa e intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso en su autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes.





PRACTICA

Para poder iniciar intervenciones encaminadas a garantizar el bienestar de los alumnos es
Necesario conocer previamente las necesidades del individuo e identificar las situaciones que
Incumplen la satisfacción adecuada y que vulneran los derechos fundamentales de la
Población estudiantil.

Para abordar el fenómeno del acoso escolar se va a partir del punto de vista del alumno y
Sus necesidades. La consideración de las necesidades amplía la percepción del maltrato del alumno, incluyendo como tal todas aquellas situaciones que, si bien no tienen una implicación legal o médica evidente, constituyen desde el punto de vista del individuo un riesgo para su adecuado desarrollo personal y, por tanto, una señal de alarma que puede activar la intervención o implicación del personal docente.

Para ello es necesario saber cuáles son las necesidades del alumnado y las consecuencias que tiene el hecho de que no sean atendidas de forma adecuada, es decir, cómo la insatisfacción de éstas da origen a las diferentes formas de acoso escolar. También se darán a conocer los tipos de acoso y sus causas más comunes.

METODOLOGICA:

Para plantear el tema de la investigación se hará por medio de una investigación explicativa y descriptiva combinada, encontrando el problema de estudio “acoso escolar”, se escogió realizar una investigación descriptiva de las causas, características y diferentes tipos de acoso escolar como de las diferentes soluciones, por ser la opción más apropiada para examinar, analizar y describir el tema, además de contrastar e interpretar las diferentes opiniones y experiencias del profesorado sobre su formación, interpretación y solución del acoso escolar y sobre su impacto dentro del aula. Afrontamos la evolución de la investigación mediante el método de Encuesta ya que no habrá evidencia más clara que la misma opinión de los profesores de secundaria, apoyando su ejecución en el uso del cuestionario como instrumento de colecta de los datos. Es una investigación definible por que a partir de los resultados de las encuestas se podrán inferir a que clase o clases de acoso escolar se enfrentan los alumnos de secundaria.

HIPOTESIS

1.-EL ACOSO ESCOLAR A NIVEL SECUNDARIA ES CAUSA DE BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR

2.-EL ACOSO ESCOLAR PUEDE PROVOCAR DAÑOS PSICOLOGICOS PERMANENTES EN LOS ALUMNOS DE SECUNDARIA

3.-LA MAYORIA DE LOS DOCENTES NO PRESTAN ATENCION AL ACOSO ESCOLAR A ESTUDIANTES DEL NIVEL SECUNDARIA



MARCO REFERENCIAL

TEORICO:

Tipos de acoso escolar. Se han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas.


1.-Bloqueo social
2.-Hostigamiento
3.-Manipulación
4.-Coacciones
5.-Exclusión social
6.-Intimidación
7.-Agresiones
8.-Amenazas

1.-Bloqueo social:
Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo.

Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del alumno.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al alumno socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al alumno desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio alumno no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente.

2.- Hostigamiento:
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, y falta de respeto y de consideración por la dignidad. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.

3.-Manipulación social:
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros alumnos se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.


4.- Coacción:
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de maltratos, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí.

5.-Exclusión social:
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

6.- Intimidación:
Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen atemorizar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar...



7 y 8.-Amenaza a la integridad:
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del alumno o de su familia, o mediante la extorsión.





CONCEPTUAL

•Se entiende por acoso escolar o bullying es una forma de acoso psicológico perpetrada por un niño que es o se siente de alguna manera superior que los demás de una escuela.

•Los investigadores aceptan generalmente que el acoso escolar tiene tres elementos esenciales:

•El comportamiento del acosador es agresivo y negativo.

•El comportamiento del acosador se reitera.

•El comportamiento del acosador ocurre en una relación desigual de poder entre las partes implicadas.

•El acoso escolar se divide en dos categorías:

•Acoso directo: es la forma más común entre los alumnos.

•Acoso indirecto o agresión social: suele ser más común entre las niñas y en general a partir de la pre adolescencia. Se caracteriza por llevar al individuo a un aislamiento social. Este aislamiento se consigue mediante técnicas variadas que incluyen: difundir rumores, rechazar el contacto social con la víctima, amenazar a otros niños que se lleven bien con la víctima, criticar rasgos sociales, la manera de vestir de la víctima o su religión, raza, discapacidad...

•El acoso escolar tiene frecuentemente lugar en zonas de la escuela bajo supervisión nula o mínima de los docentes: el autocar escolar, la cafetería, entre las clases, en los servicios o durante el recreo.

Obtenidode http://es.wikipedia.org/wiki/Acosoescolar






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METODOLOGIA DE INVESTIGACION

El psicólogo noruego Dan Olweus, pionero en este tema a nivel mundial, creó una estrategia con la que ha reducido los abusos entre estudiantes en colegios de distintos países.La idea de que todos los niños se comportan de la misma manera y que por eso se dan escenas de abusos en el colegio está pasada de moda, afirma el sicólogo noruego Dan Olweus, investigador pionero sobre abusos entre escolares y considerado eminencia mundial en la materia.Recientemente, la Sociedad Americana de Sicología (EE.UU.) dio a conocer un extenso documento con las últimas estrategias creadas por Olweus para detener y prevenir el amedrentamiento en los colegios, con las cuales ha logrado reducir en Europa y Estados Unidos las tasas de violencia entre escolares de 30% a 50%, así como los casos de vandalismo, abuso de alcohol y ausentismo. El modelo Olweus consiste en cuatro etapas fundamentales.Adultos cálidosPara el sicólogo, uno de los elementos que permiten un ambiente de agresiones es la ausencia de adultos involucrados con los niños. Se requiere, por tanto, crear un ambiente cálido en el hogar y colegio donde se destaquen y se preocupen de los intereses de los menores. Cuando los niños se sienten valorados, se refuerza su autoestima y es menos probable que surja un perfil de niño retraído, víctima fácil de potenciales burlas.LímitesTanto los profesores como los alumnos deben participar en la definición de las conductas aceptables y aquellas que serán rechazadas por la comunidad escolar, dice el sicólogo. La participación de los estudiantes es clave, ya que se sentirán más comprometidos con su propio colegio y compañeros, y harán respetar las normas que ellos mismos ayudaron a crear.Sanciones inmediatasAsimismo, las sanciones ante conductas agresivas deben ser estrictas, es decir, imponerse en cuanto ocurra un episodio. Pero estas sanciones no deben ser castigos físicos ni restrictivos. "La idea es usar el episodio para que los mismos niños de un curso definan qué se hará para detener las agresiones", indica la sicóloga Rosa María Olave, experta en prevención de violencia escolar de la consultora Conecta: por ejemplo, pueden comprometerse a no decirse apodos ofensivos y generar una tarea para aquel que rompe la norma.Rol positivo.Además, dice Olweus, se necesita que se defina en el colegio quiénes serán las autoridades que, en forma permanente, se vinculen con los estudiantes, actuando como árbitros y modelo para los estudiantes. Cuando estos educadores se involucran en las dinámicas habituales de los alumnos, jugando y conversando con ellos, pueden entregar orientación que será mejor recibida por los alumnos. La vinculación entre pares es vital, dice Rosa María Ovalle: los alumnos más fuertes pueden ayudar a los más débiles en tareas físicas, mientras que los de mejores notas pueden asistir a sus compañeros en tareas y estudios

BIBLIOGRAFIA:

Curso: Investigación Educativa
Dr. Lamberto Vera Vélez

© LA VERDAD DIGITAL, S.L. (SOCIEDAD UNIPERSONAL).
Camino Viejo de Monteagudo s/n. 30160. Murcia. CIF: B73096802.
Inscrita en el Registro Mercantil de Murcia al Tomo 1.709, Libro 0, Folio 41, Sección 8, Hoja nº MU34509, Inscripción primera.

Piñuel, I. y Oñate, A. (2007). Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños. Madrid: CEAC.

Sanmartín, J. (2007). Violencia y acoso escolar. Mente y Cerebro, 26:12-19.

Página del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo. Estudios Cisneros sobre Violencia y Acoso Escolar en España.

Bullying, El Acoso En Las Aulas
Observatorio de Violencia Escolar Observatorio chileno de violencia en los establecimientos educacionales. Incluye documentos, noticias, etc.

Atención al maltrato infantil desde el ámbito educativo (manual para el profesional). Dirección General de Familia y Menor. Editado por Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración. Región de Murcia, 2007.

CONGRESO “Ser Adolescente Hoy”
Madrid- Noviembre 2005
FAD –Fundación de Ayuda contra la Drogadicción
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales
El CEPAD en conversaciones con el Dr. Julio Volenski, Psiquiatra infantil y juvenil de la Universidad de Chile
Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia.
Sociedad de Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía.
Director (2003–2005) Sociedad Chilena de Pediatría